La chica del tranvía, no se como se llama,
embutida en su abrigo amarillo
sale corriendo cada mañana calle abajo
cuando el tranvía se acerca a la parada.
El viejo conductor , la espera unos segundos
la conoce , de todos los días a la misma hora.
Agarrándose a la barra de la entrada
lanza un suspiro de cansancio, y sonriendo
le da los buenos días y las gracias.
El viejo no sabe donde va, ni como se llama
solo conoce su sonrisa, y el sonido de su voz
Mañana, volverá a correr para alcanzarlo
él lo sabe y espera cada día
verla venir corriendo calle abajo
levantando su brazo, invitando a la espera.
Dibujo de Ugenio.
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